En el Diccionario del Duero se detalla el significado de las palabras singulares que utilizan los habitantes de la región para referirse al río y su entorno.
ARRIBAS O ARRIBES y ARRIBANZOS
Los Arribes del Duero están situados entre las provincias de Zamora y Salamanca, conformando parte de la comarca que se conoce tradicionalmente como “La Raya” por su situación limítrofe con Portugal.
El espacio destaca por el encajonamiento del río Duero, y sus afluentes, el Águeda, el Esla, el Huebra, el Tormes y el Uces, en profundos y hermosos cañones graníticos horadados por sus aguas, creando un impresionante paisaje.
Los habitantes del parque llaman las arribas o las arribes, vocablos femeninos cuyo significado es las orillas, a esta zona geográfica. También se utiliza este mismo término, las arribas, en la zona portuguesa del Parque Natural del Duero Internacional. Sin embargo, en las últimas décadas por influencia externa de la administración y de algunos medios se ha ido imponiendo la denominación de los arribes, en masculino. Además, en las comarcas zamoranas de Sayago y Aliste se llaman los arribanzos a las gigantescas rocas graníticas que forman el encajonamiento del río.
El río Duero, tras su paso por la llanura cerealista, se introduce en la penillanura occidental labrada en los duros materiales paleozoicos donde los cursos de agua se han encajado formando cañones y cortados de hasta 400 m. de altura. Gracias a esta profunda “herida” en el terreno a lo largo de casi 100 kilómetros se ha generado un microclima mediterráneo que ha sido aprovechado para el cultivo de especies poco frecuentes a esta latitud: olivo, almendro y otros frutales, creando bancales o terrazas en las pronunciadas laderas. También destaca una rica comunidad de vegetación de ribera, con saucedas, fresnedas y bosquetes de almeces.
Sobre la penillanura, los mosaicos de cultivos entre cortinas de piedra, pastizales, bosques de encinas y robles, conforman un paisaje característico.
A esta rica y peculiar comunidad vegetal hay que unir una elevada riqueza faunística. Merced a la importante avifauna presente, la zona fue designada, en el año 1990, Zona de Especial Protección para las aves, por la Unión Europea. Estos valores naturales, paisajísticos y faunísticos motivaron su declaración como Parque Natural en el año 2002.
CACHÓN y CACHONERA
En el Parque Natural de los Arribes del Duero, los habitantes de la Ribera designan con esta palabra las dos siguientes acepciones: salto de agua y charco en un cauce durante el estiaje.
CIGOÑAL, CIGÜEÑAL o CIGÜEÑO
La morfología ondulada de los Arribes del Duero, tallada sobre el basamento de la penillanura, no permite que el aprovechamiento agrícola del suelo obtenga buenos rendimientos. Además, la naturaleza de la roca del sustrato y sus innumerables fracturas crea una singular red de cauces de agua. El esfuerzo que hay que realizar para extraer el agua de estos arroyos y riveras, y la cantidad de veces que es necesario repetir la operación para regar una superficie, puede llegar a cansar a quien la realiza.
El cigoñal, cigüeñal o cigüeño es un ingenio que se utiliza para sacar agua de las riveras y de los pozos de poca profundidad, aliviando el trabajo de quien lo realiza. Consiste en un palo vertical clavado junto a la fuente de agua, sobre cuyo extremo superior en forma de horquilla, bascula una pértiga. Ésta tiene en una de sus puntas un contrapeso, y en la otra se instala una pequeña cadena o cuerda con una vara que es la que penetra en el pozo o en la rivera. A ella se ata un recipiente con el que se saca el agua. Una vez llena la vasija o el caldero, se eleva al hacer presión con el contrapeso hacia abajo.
Los cigoñales se construyeron realizados en madera de enebro. En la actualidad este material se va sustituyendo por el hierro.
Cuando el Camino Natural se adentra en el Parque Natural de los Arribes del Duero, después de cruzar la llanura cerealista de la Tierra del Pan, comienza a aflorar el basamento batolítico. El roquedo se halla tan próximo a la superficie que los suelos presentan escasas condiciones agrícolas. Las gentes de los Arribes del Duero tuvieron que enfrentarse a duras condiciones para cultivar la tierra, forjando con ellas un fuerte sentido de la propiedad. Ante nosotros el espacio agrario aparece fragmentado en multitud de parcelas. Todas ellas, delimitadas y cercadas mediante muros de piedra, son conocidas como cortinas o cortinos y crean un entorno agropecuario único en el mundo.
Las piedras de la pared tienen sus nombres: las grandes, que se entierran para dar consistencia al muro, se laman cincones o fincones, las que se apoyan en ellas, tijeras o dolas y las pequeñas, que lo rellenan, pelgones.
Paredes y cercas que hacen calles. El Camino Natural discurre frecuentemente por este espacio geográfico entre cercas o paredes de piedra. El trabajo necesario para levantar las cortinas ha sido ingente: Una cuadrilla de cuatro personas solía levantar 20 metros de pared al día pero resisten muy bien el paso del tiempo pues necesitan escaso mantenimiento.
El entorno agropecuario del Parque Natural de los Arribes del Duero es un espacio de gran belleza paisajística que favorece la biodiversidad. Aquí encuentran refugio muchas especies de plantas, en especial líquenes y musgos, y animales, desde insectos a comadrejas, murciélagos o abubillas.
PICÓN
En el Parque Natural de los Arribes del Duero, los habitantes de la Ribera designan con esta palabra las elevaciones del terreno junto a los ríos y riveras.
RIBERA y RIVERA
Tanto en Zamora como en Salamanca se llama “ribera” a toda la comarca próxima al Duero. Se trata de una ancha franja de varios kilómetros de terreno que acompaña al río en su curso. De esta manera algunas localidades se apellidan “de la Ribera”, como es el caso de Villardiegua de la Ribera en Zamora o Aldeadávila de la Ribera en Salamanca. Además, existe un término propio para denominar a los arroyos y pequeños cursos de agua que poseen amplios márgenes: “rivera”
En los Arribes del Duero aparecen multitud de riveras. En muchas ocasiones se aprovechan vados naturales para cruzar estos cursos de agua. El puente es una solución más evolucionada para permitir el paso de una orilla a otra. Está formado por una serie de pilares asentados en el cauce, realizados con piedras de granito de tamaño mediano sin argamasa, y separados unos de otros para que pueda discurrir el agua. Sobre los pilares se apoyan, a modo de tablero, grandes lajas de piedra plana. Fueron los habitantes de los Arribes del Duero quienes realizaron estas infraestructuras, que las instituciones no ejecutaban.
Pocos parajes habrá en España tan pastoriles y frescos como una rivera con su prado y su puente de piedra.