La Iglesia de Santiago del Burgo, en el corazón de la ciudad
Siglos XII – XIV

La construcción de la Iglesia de Santiago del Burgo, levantada en el ensanche de la ciudad, debió de comenzar hacia finales del siglo XI o comienzos del siglo XII prolongándose en el tiempo hasta época tardorrománica. Desde fecha temprana perteneció a la jurisdicción del arzobispado de Santiago de Compostela.
Junto con la Catedral, la Iglesia de Santiago del Burgo es la única iglesia de la ciudad de Zamora que conserva su distribución original de tres naves de diferente altura, divididas en cuatro tramos. Su cabecera es plana, clara pervivencia de los tipos altomedievales, y sus portadas son sencillas, a excepción de la Sur con arco gemiado y capitel pinjante. Su interior, muy esbelto, combina bóvedas de cañón, arista y crucería, sobre capiteles vegetales e historiados.
A fines de la Edad Media se le adosó el monasterio dominico de Santa Catalina de Siena y a partir del renacimiento diversas capillas y estancias. Durante los siglos XIX y XX sufrió importantes intervenciones y restauraciones en las que fue necesario reconstruir buena parte de su fábrica.

Todos llevamos una ciudad dentro,
ciudad que nos alienta y nos acusa.
La ciudad del alma.
Calles, sonidos de campanas y de pasos,
y la luz,
sobre todo el aire,
el temple del Duero,
las piedras que nos fecundan.
Ahí en cada puerta oigo,
el baile de las avellanas,
de Vigo de Sanabria,
y el ábside de la contemplación,
y las esquinas,
y la lágrima eterna del parteluz,
de Santiago del Burgo.
(Claudio Rodríguez, Poema a Zamora, La ciudad del alma)