Aranda de Duero – Roa
La Ribera burgalesa
La localidad de Aranda de Duero, conocida internacionalmente por representar la máxima expresión gastronómica del lechazo asado, es el punto de inicio de esta etapa que, recorriendo la zona vinícola más representativa de la Ribera del Duero burgalesa, llega hasta el pueblo de Roa.
Itinerario
Aranda de Duero – Castrillo de la Vega – Berlangas de Roa – Roa
Recorrido
De Aranda de Duero a Castrillo de la Vega | 9 Km. – 1 h. 45 min.
En el centro de la extensa vega burgalesa se encuentra la capital de la Comarca de la Ribera: Aranda de Duero. Repoblada en el siglo IX, el nombre de esta ciudad castellana aparece por primera vez en el Concilio de Husillos celebrado en el año 1088. Sin embargo, la localidad ya estaba habitada desde tiempos antiquísimos. Precisamente, de sus primitivos pobladores tomó el nombre de Aranda de Duero que significa vega amplia.
La villa de Aranda de Duero
Aranda de Duero obtuvo de Sancho IV de Castilla y de Pedro I la condición de realengo. Además, fue Corte durante el reinado de Enrique IV de Castilla. Y, durante la Guerra de Sucesión Castellana la villa fue leal a la causa de Isabel la Católica. En esa época -finales del siglo XV, comienzos del siglo XVI- se realizó la portada de la Iglesia de Santa María en la que lucen los escudos reales. También de esa época es el sorprendente Plano de Aranda de Duero. Realizado en 1503 es el mapa urbano más antiguo del Archivo General de Simancas, y sirvió de guía para el desarrollo de las ciudades del Nuevo Mundo recién descubierto por la Corona de Castilla.
La ciudad ofrece al viajero la posibilidad de visitar extraordinarios monumentos: La Iglesia de Santa María y su portada gótica isabelina, la Iglesia de San Juan, la Iglesia de San Juan de la Vera Cruz, la Iglesia de San Nicolás de Bari, el Palacio de los Berdugo, el Puente Conchuela o el románico Puente de las Tenerías. En el subsuelo, las bodegas, construidas entre los siglos XII y XVIII, forman un laberinto subterráneo que confiere a la población un genuino tipismo.
Además, por Aranda de Duero cruza la Cañada Real Segoviana hacia la Sierra de la Demanda cuyos prados de montaña han permitido el mantenimiento de la cabaña trashumante a lo largo de los años.
Las terrazas fluviales del Duero
El parque fluvial de Aranda de Duero es el punto de inicio de la etapa. Tras cruzar el Duero por una pasarela de servicio, el trazado continúa por la margen izquierda del río. Durante cinco kilómetros la Senda del Duero discurre, encajada en la terraza fluvial, por un camino de zahorra perfectamente acondicionado para la práctica de actividades de ocio al aire libre. Varias talanqueras protegen a los viandantes de una caída ocasional al río y numerosos bancos, dispuestos a lo largo del sendero, permiten a los transeúntes realizar un descanso mientras contemplan las tranquilas y remansadas aguas del curso fluvial.
A la altura de la E.D.A.R. de Aranda de Duero el itinerario abandona la ribera y toma un amplio camino agrícola pleno de colorido. Los colores verdes y amarillos de los campos de cereal se recortan sobre el azul intenso del cielo; y en el otoño los pardos colores de las tierras roturadas por el arado o de las hojas de los viñedos añaden fuertes contrastes al paisaje.
Al llegar a una intersección con otro camino agrícola la ruta gira a la izquierda y cruza la antigua línea férrea Valladolid – Ariza. Tras un corto trecho también cruza la carretera BU-120 que conduce a Roa. Después, en la siguiente encrucijada, el Camino Natural gira en dirección oeste y en el siguiente cruce toma dirección sur para franquear el Canal de Guma. Pasado el canal, el trazado toma el camino de la derecha y se dirige hacia Castrillo de la Vega.
De Castrillo de la Vega a Berlangas de Roa | 11,2 Km. – 2 h. 15 min.
La historia de Castrillo de la Vega se remonta a los tiempos de la Reconquista. Rodeada por campos de viñedo y cereal, la localidad ha sabido conservar durante cientos de años el sabor y las costumbres de los pueblos castellanos. De hecho, la localidad cuenta con una extensa red de bodegas subterráneas de varios siglos de antigüedad, destinadas a la conservación y almacenamiento de las abundantes cosechas de vino que se obtenían en el municipio.
La vega
La Senda del Duero cruza el pueblo y continúa por la vega del Arroyo de Valpedrizo cuyas aguas riegan las frondosas huertas que los castrillenses cultivan a su vera. Después de vadear el arroyo por un pequeño puente el trazado transcurre paralelo a la margen izquierda del Canal de Guma. Pero, un corto trecho más adelante el Camino Natural vadea el canal y prosigue paralelo a él por su margen derecha.
A la altura de una estación eléctrica transformadora el itinerario toma rumbo norte y al alcanzar el Camino de Hoyales de Roa gira a la izquierda. En el cruce con el Camino de la Cañada de Valdeherrera gira a la derecha y continúa en dirección norte pero, llegando a la carretera BU-120 toma la Cañada de Aranda de Duero, un amplio camino de uso agrícola. Esta es una zona repoblada de choperas (Populus sp.) para producción de madera, salpicadas por algunos ejemplares de pino piñonero (Pinus pinea) y matas de encina (Quercus ilex).
Las lagunas de Berlangas de Roa
De nuevo a la altura del Canal de Guma, el camino se bifurca. La Senda del Duero toma el ramal de la derecha y transcurre por un paraje donde antiguamente se extraían áridos. La recuperación del lugar ha originado la aparición de diversas lagunas. Éstas se encuentran en diferentes estados de colmatación y constituyen una magnífica oportunidad para observar especies animales, especialmente aves migratorias que utilizan estas pequeñas charcas como lugar de reposo en sus largos viajes.
En un cruce de caminos, entre las lagunas, el itinerario gira a la derecha, vadea una acequia y tras un pequeño trecho toma rumbo noroeste. Entre retazos de vegetación arbórea y tierras de labor, principalmente de secano, la Senda del Duero desemboca en la localidad de Berlangas de Roa.
De Berlangas de Roa a Roa | 7,9 Km. – 1 h. 30 min.
El municipio de Berlangas de Roa está regado por dos ríos: El Río Duero y el Río Riaza. Como consecuencia el entorno del pueblo presenta, en todas las épocas del año, el típico paisaje de las zonas de vega y su feraces huertas. Dentro del recinto urbano se conserva un interesante patrimonio artístico bien cuidado en el que destaca la Iglesia de San Andrés, del siglo XVII, y algunas casas típicas construidas con adobes.
El Camino Natural toma la carretera BU-120 y pasa junto a un expositor que alberga la réplica del meteorito Berlanguillas, que cayó en las proximidades del pueblo a comienzos del siglo XIX.
El meteorito de Berlanguillas
A las 8 de la tarde del 8 de julio de 1811 una gran detonación se oyó en Berlangas de Roa. El estruendo fue tan potente que se escuchó en Aranda de Duero y en otros lugares distantes más de treinta kilómetros.
Como España se hallaba en plena Guerra de la Independencia contra los franceses se pensó que había explotado un polvorín, pero unos labradores de Berlangas de Roa vieron cómo caía algo a la tierra que levantaba un torbellino de polvo. Entonces se acercaron y comprobaron que, a una profundidad de unos dos metros, había una gran piedra todavía caliente e incandescente.
El comandante de Aranda de Duero mandó a Berlangas de Roa una dotación para que recogiese los fragmentos del cuerpo extraterrestre. Éstos fueron denominados como Berlanguillas, en referencia al lugar del impacto. El relato del suceso fue recogido en las crónicas del general francés Jean Marie Pierre François Dorsenne, que era el gobernador de Burgos y comandante en jefe del ejército del norte de España.
Dorsenne envió los fragmentos al Museo del Jardín de Plantas de Paris para su estudio. Apenas ocho años antes de este hecho se había descubierto el auténtico origen de los meteoritos por lo que el Berlanguillas fue una de las caídas más estudiadas. Actualmente se conservan fragmentos del meteorito en distintos museos e instituciones científicas. Desgraciadamente no se conserva ningún fragmento del meteorito Berlanguillas en España.
Técnicamente, el Berlanguillas es una condrita del tipo L6, bajo en hierro y de pequeño tamaño por lo que su impacto no generó grandes cráteres.
El Río Riaza
El Camino Natural continúa por la calzada y tras atravesar Berlangas de Roa toma la primera pista que sale a la derecha. El recorrido pasa por una bodega cuyos viñedos confieren al paisaje un tono cambiante según la estación del año: grisáceo y pardo en invierno, con terrenos y vides desnudos, verde en primavera y verano, y amarillo y rojo ocre en otoño.
Dejando atrás los viñedos el trayecto alcanza el Río Riaza, en cuyas orillas se desarrolla una exuberante vegetación de ribera, y vadea el curso fluvial por un vetusto puente de piedra cubierto de plantas trepadoras. Entre la vegetación natural de la vega y las huertas, que aprovechan el frescor y las tierras aluviales para proporcionar abundantes cosechas, el viajero llega al Puente Mayor sobre el Río Duero. Desde este punto puede observar una bonita estampa del pueblo de Roa alzándose sobre lo alto del cerro.
Una corta pero, acusada subida conduce hasta Roa donde existen numerosos miradores que permiten contemplar la extensa vega del Río Duero en todo su esplendor.
Planifica el viaje
Descarga la Guía del Sendero GR 14 en la Provincia de Burgos con información detallada de la etapa. También puedes descargar el Track de la Etapa 10: Aranda de Duero – Roa. con todos los waypoint’s necesarios para no perderte.
