Etapa 35: Pereña de la Ribera – Masueco

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Pereña de la Ribera – Masueco

Los arribes del Río Uces

La Senda del Duero une las poblaciones de Pereña de la Ribera y Masueco buscando un paso natural para vadear el río Uces. La primera parte de la etapa transcurre por las suaves ondulaciones de la penillanura pero, el paisaje se quiebra al llegar al arribe dominado por la verticalidad y la profundidad de los cortados.

Itinerario

Pereña de la Ribera – Masueco

MIDE Etapa 35: Pereña de la Ribera - Masueco

Recorrido

De Pereña de la Ribera a Masueco | 9,6 Km. – 2 h. 50 min.

La localidad de Pereña de la Ribera, conocida por la calidad de sus vinos y de sus quesos, se erige próxima a su viejo castro, y a la Ermita de Nuestra Señora del Castillo desde donde se contemplan los formidables farallones del arribe, en uno de los más grandiosos miradores sobre el Río Duero. Dentro del casar sobresale la iglesia gótica, del siglo XV, y un arco de piedra que da acceso a la plaza. Un paseo por las callejuelas de Pereña de la Ribera, en torno a la Iglesia de Santa María, permite al viajero descubrir la tradición vitivinícola del pueblo y sus típicas bodegas.

La Ermita de Nuestra Señora del Castillo y el Castro

Según narra la tradición, un pastor que cuidaba su ganado en este monte pidió a la Virgen ayuda para calmar la sed. A esta petición respondió la Virgen haciendo manar una milagrosa fuente: La Fuente Santa, de asombrosos poderes curativos. En su auxilio, la Virgen transmitió al pastor el siguiente mensaje:

“Marcha pastor humilde al lugar de Pereña y di a sus devotos moradores, cómo en el cubo de medio del castillo hai un retrato mío, que le dexaron los christianos quando salieron oprimidos del rigor de los tiranos, y que es mi voluntad, que se coloque en medio de la plaza, que hace aquel elevado cerro, pues, es el sitio, donde estuvo antiguamente el templo, en donde me tributaron adoraciones.”

Años más tarde los vecinos de Pereña de la Ribera encontraron en el castro, en una pequeña cueva bajo el cubo del castillo, la imagen de Nuestra Señora, que había sido escondida durante el asedio de los árabes a Pereña de la Ribera en el siglo VII. Junto a ella encontraron dos hachas y una piedra blanca. Siglos después, construyéndose la actual ermita, el día 14 de mayo de 1721, se rompió la piedra blanca encontrada junto a la Virgen y surgió de sus entrañas una hermosa y perfecta talla de la Virgen del Castillo.

Los hallazgos encontrados confirman que el paraje estuvo poblado desde épocas anteriores a la construcción del castro, pero fue durante la Edad del Hierro, como ocurre en otros castros de la región –Bermellar, Saldeana, Yecla de Yeltes, Lumbrales- cuando se amuralló.

De la ocupación romana del castro dan testimonio las estelas funerarias encontradas. Una de ellas todavía puede verse embutida en la pared de la Casa del Ermitaño, anexa a la ermita.

La penillanura

La etapa se inicia en Pereña de la Ribera tomando el Camino de los Cuernos, un cómodo camino agrícola que discurre por la Cuesta del Cristo y conduce hasta la confluencia del Regato de las Huertas con el Arroyo de los Cuernos.

Pereña de la Ribera: La penillanura
GR 14 Pereña de la Ribera – Masueco: La penillanura.

Un trecho más adelante aparece un cruce y el Camino Natural toma el ramal de la izquierda, una vereda estrecha y poco transitada. No obstante, en este punto el viajero valorará la posibilidad de abandonar momentáneamente el itinerario y continuar por el Camino de los Cuernos para visitar las pinturas rupestres de la Palla Rubia y el Pozo de los Humos.

El Pozo de los Humos

El Pozo de los Humos es un sorprendente enclave dentro del Parque Natural de los Arribes del Duero. Las aguas del Río Uces, en su descenso hacia el Río Duero, salvan un gran desnivel en este punto dando vida a una espectacular cascada de 50 metros de altura. Además, establecen el límite municipal entre las localidades de Pereña de la Ribera y Masueco.

Miguel de Unamuno asombrado por el agreste paraje que descubrió al ver la cascada del Río Uces, escribió en su obra Por tierras de Portugal y España:

“… es una de las hermosas caídas de agua, ésta que puede verse entre aquellos adustos tajos. Divídese la cascada mayor en dos cuerpos, debido al saliente de la roca, y va a perderse en un remanso de donde surge el vapor de agua pulverizada por el golpe, que le ha valido al paraje el nombre de los Humos… ¡Los siglos de siglos que habrá necesitado el agua para excavar tales tajos y reducir semejantes cascadas!…”

El saliente de roca al que alude Unamuno divide el torrente de agua en su caída en dos cuerpos o cascadas. Una recibe el nombre de Pozo de las Vacas, atribuido a la leyenda que habla del despeño de un carro tirado por vacas que transportaba trigo a un molino próximo. Esta cascada discurre por la parte derecha de la otra, Pozo de los Humos, que da nombre al enclave.

En las proximidades del Pozo de los Humos el viajero también podrá ver la modesta, pero espectacular cascada del Regato de la Cribera. Ésta surge de la penillanura y se despeña, aproximadamente 300 metros, por la falda del arribe hasta el Río Uces.

Pereña de la Ribera: Pozo de los Humos
GR 14 Pereña de la Ribera – Masueco: Pozo de los Humos.

Las Cachoneras del Castillo

De vuelta al Camino Natural, la Senda del Duero bordea el Picón de los Cuernos, un insignificante cerro rematado por rocas caprichosamente esparcidas. El paisaje está dominado por la encina (Quercus ilex) y el rebollo (Quercus pirenaica). Las jaras pringosas (Cistus ladanifer), los torviscos (Daphne gnidium) y las escobas (Cytisus scoparius) cubren el suelo creando un frondoso manto. La abundancia de matorral se debe a la escasez de suelo fértil, así como a los constantes incendios provocados para crear pastos ganaderos. El progresivo abandono de las actividades agrarias ha provocado que el paisaje recupere su carácter agreste, pero el cauce del Regato las Agujas todavía permanece flanqueado por chopos (Populus alba) y quejigos (Quercus faginea).

Continuando el trazado, entre los callejos de las cortinas, la senda alcanza la carretera DSA-560. El recorrido prosigue por la calzada descendiendo el arribe. El viajero puede aprovechar este tramo para observar las Cachoneras del Castillo, una extraordinaria sucesión de rápidos que el Río Uces recorre antes de precipitar sus aguas hacia el Pozo de los Humos. El trayecto también es idóneo para observar aves rupícolas como el alimoche (Neophron percnopterus), el buitre leonado (Gyps fulvus), el águila perdicera (Aquila fasciata) o la cigüeña negra (Ciconia nigra).

Pereña de la Ribera: Cachonera del Castillo
GR 14 Pereña de la Ribera – Masueco: Cachonera del Castillo.

El Río Uces

Tras una curva de 180 grados hacia la derecha, la calzada alcanza el Puente Pereña sobre el río Uces. Diversas formaciones rocosas en forma de salientes y berrocales, fruto de la acción erosiva del agua sobre los materiales de origen paleozoico, revelan la naturaleza fundamentalmente granítica de este territorio y anuncian la proximidad de los cortados. En este punto el modesto río se vuelve indómito y sus aguas inician la caída por las Cachoneras del Castillo.

Puente Pereña sobre el Río Uces
GR 14 Pereña de la Ribera – Masueco: Río Uces.

Después de cruzar el río, la Senda del Duero se adentra en un camino rural y asciende la ladera por un suelo de pizarra dejando a la derecha la Casa del Torito, el Molino del Castillo y el Castillo, un viejo castro colgado sobre los cachones.

Las viñas y los olivares

El Camino Natural cruza la carretera SA-314 y asciende en dirección suroeste por los pagos de viñas y olivares. Después gira a la derecha y prosigue, entre cultivos, por una estrecha vereda hasta la Vuelta la Garduña donde cruza de nuevo la carretera SA-314.

El trazado avanza por un estrecho callejo hasta el Castañar del Calderero. Estos castaños de la umbría del Río Uces, junto con los que crecen en el regato de Los Cabrones entre Villarino de los Aires y Pereña de la Ribera, son de los pocos que el viajero puede observar en el tramo salmantino de la Senda del Duero.

Pago de viñas y olivares
GR 14 Pereña de la Ribera – Masueco: La Senda del Duero entre pagos de viñas y olivos.

El recorrido alcanza la Casa el Abogado, hoy abandonada. Su antiguo propietario era muy conocido por el mimo con el que trataba los frutos de su finca. Antes de llegar al núcleo urbano de Masueco el camino se ensancha. Un desvío a la derecha permite acceder al Pozo de los Humos y disfrutar de una vista cenital de la cascada.

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Otros senderos

Vinculados a la Senda del Duero, y con el fin de poner en valor los más sobresalientes elementos naturales y ecológicos del Parque Natural de los Arribes del Duero, el Ayuntamiento de Pereña de la Ribera ha procedido al acondicionamiento de varios senderos de pequeño recorrido (PR).

POZO DE LOS HUMOS
Desde el propio Camino Natural, tomando el Camino de los Cuernos, se llega a un mirador sobre la cascada del Pozo de los Humos. La inaccesibilidad de los cortados del arribe proporciona refugio a diversas especies de aves amenazadas que establecen sus zonas de nidificación y cría en las ocultas grietas y repisas de la roca. Es el caso de la cigüeña negra, el águila perdicera el buitre leonado o el alimoche.

POZO AIRÓN
Desde Pereña de la Ribera el sendero conduce hasta el Pozo Airón, una bella cascada que posee una cueva detrás de la cortina de agua.