El Mirador de Rupurupay y la Cascada de Remolino
Antes de alcanzar el Cañón del Duero y despeñarse en profundas hoces berroqueñas la penillanura deja impresionantes balcones sobre el río. Desde uno de ellos, el Mirador de Rupurupay, el viajero puede observar la vegetación más característica de la zona y la singular explotación secular de olivos y almendros en típicos bancales.
Datos técnicos
Inicio: Aldeadávila de la Ribera
Destino: Mirador de Rupurupay y Cascada de Remolino. Vuelta a Aldeadávila de la Ribera
Nivel técnico: Fácil
Nivel físico: Medio
Duración: 3 h. 40 min.
Distancia: 9,4 Km.
Temporada: Noviembre a Mayo
Varios: Interés geológico y paisajístico
Descripción
Aldeadávila de la Ribera – Mirador de Rupurupay – Cascada de Remolino – Aldeadávila de la Ribera
El camino se inicia en la Ermita de San Sebastián, actual Oficina de Turismo, y atraviesa el pueblo hacia la Ermita de la Santa. Después el recorrido discurre por la penillanura acomodándose a las ondulaciones que los pequeños y estacionales cursos de agua han modelado durante miles de años.
En época de lluvias el rumor de la Ribera del Remolino, despeñándose abruptamente al Río Duero, alcanza hasta el Mirador de Rupurapay. Desde aquí un camino se adentra en el arribe y desciende hasta la Cascada del Remolino. El torrente está formada por varios saltos, el mayor de unos 20 metros y el resto más pequeños que precipitan el agua del arroyo hasta el Duero. El adusto terreno nos permite comprender las duras condiciones que deben sortear los arribeños para cultivar este terreno.
El itinerario retorna por el miso camino hasta media ladera y continúa por el cañón, por un agosto camino en resayos, hasta alcanzar de nuevo la penillanura.
El regreso a Aldeadávila de la Ribera discurre entre olivares y tierras de cultivo.
Mapa detallado
Una excursión rica en placeres requiere ser planificada minuciosamente. Antes de emprender la excursión, consulta el estado del recorrido y la situación meteorológica en los puntos de información local. En función de la época del año, y de las condiciones meteorológicas, los senderos pueden ser peligrosos o inaccesibles.