El Puente de Piedra y la “Gobierna”
Siglo XII
El Puente de Piedra, bautizado como Pontem Novum en un documento de 1167, es uno de los cinco puentes que cruzan el río Duero a su paso por la Ciudad de Zamora. Durante siglos, el Puente de Piedra fue el único vado del río, comunicando los barrios del arrabal con el centro histórico de la ciudad. Fue construido cuando se vino abajo el puente viejo, hacia el año 1310, que daba acceso a la Puerta de Olivares y a la Catedral desde la Vía de la Plata. Tiene 16 ojos de arcos apuntados, dispone de tajamares y óculos de alivio para domesticar las envalentonadas aguas del río, crecidas tras las precipitaciones invernales y los deshielos primaverales.
Los vestigios actuales del Puente de Piedra no van más allá del siglo XIII, aunque resultó muy reformado durante los siglos XVI y XVII (Pedro de Ibarra, Martín Navarro, Hernando de Nates y Antonio Carasa). En sus extremos se situaban un par de torres gemelas para controlar la circulación de personas y mercancías, y facilitar el cobro del pontazgo. A comienzos del siglo XVIII en el chapitel de la torre de la margen izquierda, denominaba de la Gobierna, se ubicaba una veleta en la cota más elevada de su cubierta. Esta veleta junto con la veleta del Peromato, ubicada en la Iglesia de San Juan de Puerta Nueva, continúan siendo, todavía hoy, los símbolos de la ciudad. Las dos torres poseían una altura de tres pisos cada una, y se supone que fueron diseñadas por Juan Antonio Texa. Ambas torres fueron lamentablemente derruidas por las autoridades provinciales en 1905, siguiendo los dictados de modernidad y facilidad de transporte acuñados entonces, al igual que el pretil pétreo almenado y la puerta correspondiente de acceso al recinto amurallado más moderno de la ciudad.
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Una posterior reforma del puente ha hecho desaparecer ambas torres, con todas sus piedras decorativas: nuevo atentado artístico seguido de impunidad silenciosa. (Manuel Gómez Moreno, Catálogo Monumental de España. Provincia de Zamora (1903-1905), 1927)